Con razón de su ingreso en la RAE, Federico Corriente, ha dado un discurso en el que ha hablado sobre arabismos en el español. Huella viva en el idioma tras ocho siglos de presencia musulmana. Aunque no llega a un total de 2000 palabras (sin contar con topónimos) sí que forman parte del español tal y como lo conocemos hoy en día.
Señala Corriente, doctor en Filología Semítica, que la gran mayoría de los arabismos que encontramos en el español, no provienen de la versión clásica de la lengua sino de dialectos andalusíes: «Fueron mayormente introducidos por la inmigración de mozárabes cristianos, pero bilingües o incluso arabófonos exclusivos, a los reinos cristianos septentrionales, donde su superioridad técnica y científica les ofrecía un futuro mejor que seguir vegetando como ‘clientes’ tolerados y tributarios en tierras del Islam».
Después, a estos, se unieron neologismos del mundo de la ciencia, o consecuencia del comercio o relaciones coloniales en el Mediterráneo. Se distinguen, según Corriente, arabismos de tres registros: alto, medio y bajo.
Aquí tenéis algunos de los arabismos en el español que presentó Corriente en su discurso.
Arabismos en el español
- Ojalá
Se ha considerado siempre una evolución desde «law šá lláh» que significa «si Dios quisiera» aunque el mismo Corriente encontró otro viejo arabismo «lā awḥaša llāh» «Dios no nos prive» en un diccionario neopersa.
- Droga, Andrajo
Droga, originalmente del árabe hispánico «ḥaṭrúka» y significa «charlatanería» y andrajo de «ḥaṭráč» que significa necio, pelagatos.
- Que si quieres arroz, Catalina
El origen de esta locución despierta diferentes hipótesis. Una de ellas indica que su origen podría estar en una frase que se hacía a la esposa que se iba a casar por segunda vez Tiríd ‘ala rrús, aqṭá‘ lína. La palabra arroz y esposo suenan muy similares en árabe y de ahí, pudo pasar al español como «arroz».
- A troche y moche
Procediente, según Corriente, de tuǧíb ma waǧáb que significaría: “ponga las condiciones que ponga [la esposa para acceder al divorcio])”.
- A trancas y barrancas
De atrakkán barrámka significaba (“busca un rincón con la yegua para defenderte de varios atacantes simultáneos)”.
- Nana, nanita
nám, nám, nám ínta (“duerme, duerme, duérmete tú”). Es muy probable que muchos señores e hidalgos cristianos tuvieran a su servicio niñeras moriscas después de la Reconquista.
- Alabí alabá alabín bombá
Este es un ejemplo de sonidos y retahílas que repetimos sin verdaderamente conocer su origen y que dan buena muestra de la sociedad de aquella época en la que convivían diferentes lenguas en la península. Alabí alabá alabín bombá es una expresión mezcla de árabe y romance que significa “jugadores, venga ya, el juego va bien”.
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Podéis leer la noticia completa en El País, aquí la tenéis: Que si quieres arroz, Catalina y otros arabismos en español.
2 comentarios
Escuela Gadir · 23 mayo, 2018 a las 7:30
No sabíamos que existían tantos… ¡aprender español (y de dónde viene) es interesantísimo!
María · 24 mayo, 2018 a las 7:30
Es curioso, yo pensé que habría incluso más porque la presencia de árabes en la península fue muy prolongada. Sí el origen de los arabismos en el español es siempre interesante.
Un saludo,
María